¿Cuáles son los desafíos que enfrentan las mujeres que trabajan en rubros tradicionalmente liderados por hombres? ¿Cómo enfrentar los sesgos inconscientes y conscientes de género que aún persisten en áreas como la tecnología y la ciencia? En este reportaje profundizamos sobre las dificultades que enfrentan las mujeres en estos ámbitos y explora cómo están rompiendo barreras para forjar un futuro más equitativo.

 Trinidad Navarro Torres

En un mundo en constante evolución, las mujeres han demostrado una y otra vez su capacidad para destacar en cualquier campo, desafiando los estereotipos de género y superando obstáculos. Sin embargo, en rubros históricamente masculinos, el camino hacia la igualdad y el reconocimiento sigue siendo empinado. A pesar de los avances, las mujeres todavía enfrentan desafíos significativos al ingresar y prosperar en industrias como la tecnología, la construcción y la ingeniería.

Las estadísticas oficiales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reflejan una brecha de género persistente en los lugares de trabajo en todo el mundo. Según un informe reciente de la ONU, solo el 28% de los empleados en industrias STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) son mujeres. En la construcción, la proporción es aún más baja, con solo el 9% de mujeres trabajadoras. Estas cifras indican un problema arraigado de desigualdad en los rubros masculinizados.

Barreas y Obstáculos

El camino para las mujeres que buscan ingresar en estas industrias no es fácil. Los estereotipos de género arraigados, la discriminación y la falta de modelos a seguir femeninos son desafíos comunes. Las mujeres a menudo se sienten marginadas en ambientes dominados por hombres, lo que puede afectar su autoconfianza y su sentido de pertenencia.

Así lo explica Aurea Rojas, ingeniera en minas y speaker de la Fundación Inspiring Girls, quien lleva más de 15 años en el mundo de la minería y ha visto lo complejo que es la inserción de la mujer es espacios tradicionalmente liderados por hombres, como es el rubro minero. 

“Llevo más de 15 años en la industria minera, una de las más masculinizadas, y me ha tocado ser la única mujer o ver cómo han llegado mujeres que luego han desertado la industria principalmente porque no pueden acceder a mejores sueldos, no son promovidas, no lograr puestos de liderazgo; a muchas de ellas se les hace difícil conciliar la parte laboral con el tema familiar, muchas son invisibilizadas o discriminadas, y todos estos factores hacen que se terminen yendo del rubro”, agrega. 

 A pesar de estos desafíos, las mujeres están demostrando que son capaces de superar cualquier obstáculo. Cada vez más, están rompiendo estereotipos y demostrando su valía en roles técnicos y de liderazgo. Muchas organizaciones están tomando medidas para fomentar la diversidad de género en sus equipos, implementando programas de mentoría y capacitación específicos para mujeres.

“Actualmente, muchas mineras estás aplicando estrategias para atraer más mujeres a la industria minera y generar condiciones que permitan que nos podamos desenvolver de una forma más equilibrada. En ese sentido, muchas se están plegando a la norma chilena relacionada con la equidad, muchas están colocando dentro de sus políticas temas como el respeto, la equidad, y todo eso promueve que se esté generando un clima más propicio para las mujeres y lograr así que tengamos más permanencia en el rubro”. 

Para Dominique Dobois, Ingeniera Comercial, especializada en innovación y liderazgo de equipos multidisciplinarios, CEO & Founder de Parkeate, uno de los desafíos más grades que tienen las mujeres dentro de los rubros masculinizados está, precisamente, en mantener su propia esencia sin pretender imitar rasgos masculinos para poder destacarse. 

“Las mujeres no ha tocado vivir y crecer en un mundo en el cual nos han dado un papel pasivo, en el cual nos debemos comportar como señoritas, y esto se traduce en que no debemos ser conformacionales, debemos ser complacientes, siempre sonreír, jamás ser dura; nos han impuesto una sola forma de ser. Creo que el desafío que tenemos es ser super firme con el hecho de mostrarnos como realmente somos. Hay que trabajar mucho la mentalidad, es más 90% psicología y 10% técnica. Tenemos que abrir más espacio de conversación, para que más niñas puedas ver a otras mujeres que optaron distintos caminos y les sirva de ejemplo. Porque cuando uno ve que para otras mujeres es posible, entonces eso te incentiva a ver que para ti también lo puede ser”. 

Para Pamela Montanares, Program Manager de Transformación Digital, uno de los factores claves para fomentar el liderazgo femenino es, sin duda, aprender a trabajar en colectivo. 

“Tenemos que aprender a trabajar en redes, porque cuando nos apoyamos es más fácil. Para mí la clave se basa en estar más segura, rodearse de gente que sume, tener grupos de mujeres que te apoyen. Ir empoderando a las chicas, para que trabajen su mentalidad y así ir cerrando la brecha y, así, cambiar también la mentalidad machista que aún permanece vigente”, añadió. 

Asimismo, para Vivian Valdés Cornejo, gerente de negocios, mentora y speaker de Inspirig Girls, uno de los factores claves para fomentar la participación de la mujer en rubros dominados por hombres está sobre las empresas, que sean capaces de crear los espacios y políticas de respeto e inclusión, en donde la mujer tenga la posibilidad de desarrollarse. 

“Las empresas también tienen que hacerse cargo. Y que entreguen los espacios para que se fomente la igualdad, la corresponsabilidad en la crianza, por ejemplo, que un papá pida permiso para llevar a su hijo al médico no sea visto como algo extraño, sino como parte de su rol. Que tanto hombre y mujeres tengan las mismas responsabilidades y oportunidades. Hay que seguir abriendo el debate sobre este tema”. 

A medida que avanzamos hacia un futuro más equitativo, es imperativo que sigamos desafiando los estereotipos de género y fomentando la participación activa de las mujeres en industrias masculinizadas. La igualdad de género no solo es un imperativo moral, sino también una ventaja para las empresas y la sociedad en general. Al apoyar a las mujeres a superar barreras y a romper estereotipos, estamos creando un mundo más justo y próspero para todos.

En última instancia, el camino hacia la igualdad de género en el ámbito laboral requiere un esfuerzo continuo por parte de la sociedad en su conjunto. A medida que las mujeres siguen trazando su camino en industrias que solían ser inaccesibles, el futuro se presenta más prometedor y lleno de posibilidades para todas las personas, independientemente de su género.

Natalia Castro nos contó sobre su experiencia trabajando con redes de mujeres y sobre los cambios que ha experimentado en el camino del emprendimiento, el liderazgo femenino y el empoderamiento. 

Trinidad Navarro Torres

El término sororidad proviene de la palabra inglesa “sisterhood”, utilizada en los años 70 por Kate Millet, un importante referente del feminismo durante esa década. Años más tarde llega a Latinoamérica como “sororidad”, lo cual significa la reciprocidad entre mujeres que comparten el mismo ideal y trabajan por alcanzar un mismo objetivo”. 

Afortunadamente, este concepto se vuelve cada vez más popular dentro de las conversaciones familiares y debates académicos, transformando así la vieja creencia sobre las luchas y conflictos entre mujeres. 

Natalia Castro, publicista | Diplomada en Planificación y estrategia de contenido, Community management & social media, estratega de negocios digitales y speaker en Inspiring Girls, el concepto de sororidad debe ir más allá de la retórica; debería ser más como una filosofía de vida. 

“Hace algún tiempo me planteé si lo que estaba haciendo me apasionaba, si bien profesionalmente me sentía en una carrera ascendente, de aprendizaje, sentía que no estaba cumpliendo con mi propósito y que necesitaba herramientas que me ayudaran a desarrollar este, pero por sobre todo hacer que ambos mundos tanto en el profesional como el personal convivieran entre sí, lo cual me llevó a hacer cambios. Y estos cambios me llevaron a buscar nuevos espacios para desarrollar mi propósito. Es así como llego a distintas comunidades de mujeres, lo cual me permitió darme cuenta de que uno de mis propósitos era apoyar a mujeres para que logren sus objetivos. Desde ese momento uno de mis mensajes está relacionado con la sororidad, que en verdad nos apoyemos entre nosotras mismas, porque tenemos la oportunidad de mostrar lo buena que somos sin boicotear el talento de las otras”, explica. 

Con respecto a la experiencia que ha significado ser speaker en la Fundación Inspiring Girls, Natalia destaca dos importantes aprendizajes: Uno, está relacionado con la poderosa posibilidad de conectar con otras mujeres del rubro tecnológico y tejer redes de apoyo en conjunto; y dos, la conexión con la realidad que supone ir a colegios vulnerables y conversar con niños, niñas y adolescentes. 

“Participé en dos colegios, y lo que más me sorprendió fue ver la vulnerabilidad de las niñas y niños. Fue muy difícil porque se puede ver el abandono y la carencia no solamente del gobierno en apoyo de estos colegios, sino también de las familias. Algo que me llamó la atención es ver la diferencia que había entre la visión que tenía cada niño, quizás marcados por la brecha cultural, generacional o socioeconómica. Me sorprendió que nuestros niños ya no tuvieran sueños, anhelos o una creatividad al infinito y más allá, como niños que son. A diferencia de los niños de otra nacionalidad, los cuales atesoran un futuro lleno de oportunidades y espacios para ellos y sus familias y es aquí donde me quedo con la palabra que más he escuchado este último tiempo “oportunidades”. Creo que eso es lo que le falta nuestros niños, tomar las oportunidades, vivencias, experiencias y espacios de conversación y aprendizaje como los que tenemos en nuestra comunidad y no pensar que todo va a llegar a nosotros sin mayor esfuerzo o convicción. Hoy debemos entender que la aceptación, motivación y las buenas decisiones solo dependen de sus sueños y de ellos”, puntualizó.

Asimismo, Natalia considera que estas visitas a los colegios son una oportunidad de mostrarle a los jóvenes las diferentes opciones que tienen, así como de ayudarles a trazarse metas y proyectos. 

“Mi mensaje para los jóvenes es simple pero poderoso. Se pensó y se hizo. Les digo que todo aquello que se piense es cosa de hacerlo, ya sea un viaje o estudiar; todo es cuestión de tener un propósito. Hoy en día no hay excusa para no estudiar, porque hay cursos en línea, muchos de ellos gratuitos, puedes pagar un curso para aprender un oficio y dedicarte a eso. Me gusta contar mi historia desde el querer, desde el esforzarse. Tú puedes ser lo que quieras, pero lo importante es accionar, no quedarse solo con la idea. Tener la convicción de que, si quieres, puedes, ya que el único limitante vas a ser tú”, concluyó. 

 

Katherine Díaz, madre e ingeniera civil, nos contó cómo ha sido su experiencia trabajando como speaker en la Fundación Inspiring Girls y sobre el mensaje que quiere dejarle a los niños, niñas y adolescentes. 

Trinidad Navarro Torres

Según un estudio realizado por la organización Chile Psicólogos, cerca del 60% de la población chilena trabajadora sufre o ha sufrido depresión laboral. 

La organización indica que este tipo de depresión puede ser ocasionada por diversos motivos, tales como la sobrecarga o un mal clima laboral, la competitividad o rivalidad entre compañeros de trabajo, el desgano producto de la rutina, o la insatisfacción que pueden generar aquellos empleos que no cumplen con las expectativas del trabajador.

En torno a este mismo tema, en el 2022 La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) hicieron un llamado a las distintas organizaciones y empresas a nivel mundial a adoptar medidas concretas para abordar los problemas de salud mental en el entorno laboral.

Las directrices mundiales de la OMS sobre la salud mental en el trabajo recomiendan medidas drásticas, como bajar las horas de carga laboral, hasta la formación de los directivos para que puedan prevenir los entornos laborales estresantes y responder a los trabajadores que sufren.

Es importante hacer una pausa

Katherine Díaz, ingeniera civil con más de 18 años de experiencia en el mundo de la construcción, comenzó a padecer problemas de ansiedad y depresión en el 2022, producto de un acelerado ritmo de vida. Esta situación la llevó a tomar una decisión: renunciar a su trabajo y replantearse un nuevo escenario, uno en el cual pudiese conjugar su propósito de vida y tener más tiempo de calidad para disfrutar de su familia. 

“Llega un momento de la vida en que ganas bien pero ya eso no lo es todo. Comienzas a hacer cosas que no están alineadas con tu propósito, y eso te produce incomodidad, ansiedad, depresión. Entonces, cuando no le haces caso a lo que sientes, a esa incomodidad, el cuerpo se encarga de hacerte parar. Hoy en día agradezco este proceso que inició en enero del 2022 porque me llevó a descubrir otras cosas que realmente me llenaban, como entrar a Inspiring Girls, que está alineado con lo que me gusta hacer, que es de inspirar a otros con mi historia”, explicó.

Katherine agrega que las empresas actualmente tienen una enorme responsabilidad de sumar a sus políticas el bienestar de sus empleados; no basta solo con implementarlos a nivel comunicacional, sino realmente establecer acciones que brinden menos estrés laboral.  

“Para mí las empresas tienen que cambiar su mirada en cuanto al éxito, y no medirlo solo en los números, sino en cómo se sienten sus empleados, si son felices, si tienen salud mental. Muchas empresas se conforman con poner un letrero, o tener un equipo de recursos humanos, pero no están realmente preocupados por su gente y eso es una realidad que debe cambiar”. 

Asimismo, Katherine añade que uno de los mensajes que quiere compartir con los niños, niñas y adolescentes durante las jornadas de speed dating que realiza la fundación está relacionado con la importancia de alinear el propósito de vida con la profesión, así como de detenerse a pensar en lo que realmente se quiere hacer. 

“Pasa mucho que la gente hoy en día no nos detenemos a pensar en qué es lo que queremos realmente, cuál es nuestro propósito, qué es lo que nos hace feliz. Estamos tan en automático, embalados en un mundo tan rápido, que no nos damos cuenta que esa meta que nos trazamos hace 20 años cambió y que ahora queremos otra cosa. A veces es necesario detenerse a pensar qué es realmente lo que quiero hacer. A los niños les digo que hay que ponerse una meta que sea clara y que ellos se vean viviendo esa meta, que identifiquen cuáles son los pasos que deben cumplir para llegar a esa meta, que vayan pasito a pasito, pero con el propósito bien claro. Y que, idealmente, junten su pasión con lo que quieren estudiar, porque eso te ayudará a tener más motivación”, concluyó.